¿Te has preguntado por qué sigues estancado mientras otros avanzan?
Cada uno de nosotros carga con un esquema mental impuesto por nuestra crianza, cultura, experiencias, sociedad y educación. Estos esquemas nos limitan: nos dicen cuánto dinero podemos ganar, cuánto esfuerzo requiere y hasta dónde podemos crecer.
Es hora de reconocer que el único que te limita eres tú mismo.
Esos pensamientos no estaban ahí cuando naciste; fueron impuestos, con o sin intención. Como seres humanos, tenemos un potencial infinito para crear y crecer. Imagina que lo único que determina cuánto dinero puedes ganar es tu idea sobre el dinero.
Identifica y elimina esas ideas de mierda que no te dejan avanzar.
Algunos ejemplos de creencias limitantes:
- Para tener dinero debes trabajar mucho.
- Debes estudiar mucho para ser alguien en la vida.
- El dinero se consigue con mucho sacrificio.
- Descansar es para débiles.
La creencia que tengas instalada dicta tu realidad. Si piensas que para tener dinero debes sacrificarte, tu vida estará llena de sacrificios. Pero si crees que el dinero abunda y es fácil de obtener, se te presentarán oportunidades para hacerlo realidad.
Transforma tu realidad cambiando tu mentalidad.
La realidad se adapta a lo que tienes en mente. Si piensas que siempre te falta dinero, seguirás encontrando motivos para que te falte. Si te enfocas en la abundancia que ya tienes, el universo te dará más razones para sentirte abundante.
Tus límites son impuestos por tu mente, por lo que crees y piensas. Pero puedes cambiarlos y construir un camino distinto. Una vez que rompes un límite, los demás serán más fáciles de superar. Has instalado una nueva idea: los límites pueden romperse.
Formas de romper tus límites
1. Rompe tus límites físicos
Después de una ruptura amorosa devastadora, decidí intentar algo nuevo: la bicicleta. (Contexto)
No había montado en casi 20 años. Sin condición física, sin entrenamiento, sin conocimiento. Solo el deseo de intentarlo. Me inscribí en una ruta de 50 km con un desnivel de 1,000 metros. La primera cuesta casi me vence. Pensé en desistir. El miedo al fracaso me paralizaba.
Pero algo dentro de mí dijo: sigue adelante.
Comencé a pedalear en una especie de trance, sin pensar en cuánto faltaba o cuánto había avanzado. Vi a otros adelantarse y quedarse atrás, pero me concentré en mi camino. Ignoré el dolor, los miedos y las ideas de fracaso. Solo avancé.
Llegué entre los primeros al final de la subida. En ese momento, comprendí que mis miedos casi me impiden vivir esa experiencia increíble. Me di cuenta de que mis límites eran imaginarios.
El ejercicio físico te demuestra de forma tangible cuánto puedes lograr. Te muestra que eres mucho más fuerte de lo que crees.
Encuentra una actividad que te motive. Puede ser la bicicleta, natación, gimnasio o simplemente caminar. Lo importante es que te desafíes y veas de lo que eres capaz.
2. Reconoce y transforma tus ideas de mierda
Cuando tu mente sabe que los límites pueden romperse, empiezas a notar otras ideas que te detienen. Esas que te ponen trabas para no intentar lo que deseas. Si mantienes tu mente ocupada con problemas, seguirás atrayendo más problemas. Pero si te concentras en lo maravillosa que es la vida y en las oportunidades, el universo te dará más de lo que quieres.
Algunos pensarán:
- Eso no se puede hacer por X razón.
- Soy una persona práctica.
- Solo me guío por la realidad.
Pero la realidad es lo que pensamos de ella. Las personas extraordinarias son las que, a pesar de tener motivos para no hacerlo, deciden actuar con pasión y energía. Gracias a esta actitud, ocurren los milagros.
Si reconoces esas ideas que te limitan y las transformas, cambiarás tu realidad.
Deja de sabotearte. Rompe tus límites, desafía tus creencias y toma el control de tu vida. El momento de actuar es ahora.